48 con lo que Jonatán y los suyos pudieron lanzarse al Jordán y ganar
a nado la orilla opuesta. Sus enemigos no atravesaron el
río en su
persecución.
49 Unos mil hombres del ejército de Báquides sucumbieron aquel día.
50 Vuelto a Jerusalén, hizo Báquides levantar ciudades fortificadas en
Judea: la fortaleza de Jericó, Emaús, Bet Jorón, Betel, Tamnatá, Faratón y
Tefón, con altas murallas, puertas y cerrojos
51 y puso en ellas guarniciones que hostilizaran a Israel.
52 Fortificó también la ciudad de Bet Sur, Gázara y la Ciudadela, y
puso en ellas tropas y depósitos de víveres.
53 Tomó como rehenes a los hijos de los principales de la región y
los dejó bajo guardia en la Ciudadela de Jerusalén.
54 El segundo mes del año 153, ordenó Alcimo demoler el muro del
atrio interior del Lugar Santo. Destruía con ello la obra de los
profetas.
Había comenzado la demolición,
55 cuando en aquel tiempo sufrió Alcimo un ataque y su obra quedó
parada. Se le obstruyó la boca y se le quedó paralizada, de suerte que no le
fue posible ya pronunciar palabra ni dar disposiciones en la tocante
a su
casa.
56 Alcimo murió entonces en medio de grandes sufrimientos.
57 Cuando Báquides vio que había muerto Alcimo, se volvió adonde
el rey y hubo tranquilidad en el país de Judá por espacio de dos años.
58 Todos los sin ley se confabularon diciendo: «Jonatán y los suyos
viven tranquilos y confiados. Hagamos, pues, venir ahora a Báquides y los
prenderá a todos ellos en una sola noche.»
59 Fueron a comunicar el plan con él,
60 y Báquides se puso en marcha con un fuerte ejército. Envió cartas
secretas a sus alidados de Judea ordenándoles prender a Jonatán y a
los
suyos. Pero no pudieron, porque fueron conocidas sus intenciones,
61 antes bien ellos prendieron a unos cincuenta hombres de la región,
cabecillas de esta maldad, y les dieron muerte.
62 A continuación, Jonatán, Simón y los suyos se retiraron a Bet
Basí, en el desierto, repararon lo que en aquella plaza estaba derruido y la
fortificaron.
63 En sabiéndolo Báquides, juntó a toda su gente y convocó a sus
partidarios de Judea.
64 Llegó y puso cerco a Bet Basí, la atacó durante muchos días y
construyó ingenios de guerra.
65 Jonatán, dejando a su hermano Simón en la ciudad, salió por la
región y fue con una pequeña tropa,
66 con la que derrotó en su campamento a Odomerá y a sus
hermanos, así como a los hijos de Fasirón. Estos empezaron a herir
y a
subir con las tropas.
67 Simón y sus hombres, por su parte, salieron de la ciudad y dieron
fuego a los ingenios.
68 Trabaron combate con Báquides, le derrotaron y le dejaron sumido
en profunda amargura, porque habían fracasado su plan y su ataque.
69 Montó en cólera contra los hombres sin ley que le habían
aconsejado venir a la región, mató a muchos de ellos y decidió volverse a
su tierra.
70 Al saberlo, le envió Jonatán legados para concertar con él la paz y
conseguir que les devolviera los prisioneros.
71 Báquides aceptó y accedió a las peticiones de Jonatán. Se
comprometió con juramento a no hacerle mal en todos los días de su vida,
72 y le devolvió los prisioneros que anteriormente había capturado en
el país de Judá. Partió luego para su tierra y no volvió más a territorio judío.
73 Así descansó la espada en Israel. Jonatán se estableció en Mikmas,
comenzó a juzgar al pueblo e hizo desaparecer de Israel a los impíos.